Desde hace un tiempo (bastante tiempo, ahora que lo pienso) tengo algo de fe o cariño especial en la hora espejo de 11:11. También es verdad que he ido por temporadas. De repente, en la misma semana, me encontraba con el fondo de pantalla marcando esa hora del día. Y así, de lunes a domingo, y durante varias semanas. Al principio no le daba importancia, pero como persona curiosa que soy, empecé a indagar.
Pues resulta que el 11:11 es una hora espejo, de la que dicen que se debe pedir un deseo. Dicen que estos números de forma repetitiva tienen que ver con una señal que alguien o algo te intenta enviar, también indica que te estás acercando a una persona con la que compartes un vínculo especial y espiritual 🧿
Y yo, que a veces soy un poco escéptica de estas cosas, prefiero pensar qué es una casualidad o causalidad de algo. Porque si me pongo a pensar en que alguien intenta enviarme un mensaje, la cabeza empieza a llegar a unas reflexiones profundas en bucle, a sobrepensar (aún más) y le da mil vueltas a todo. Dejemos a esta cabecita descansar un poco, por favor. Me quedo con que son casualidades bonitas y qué cuando vea esa hora en el fondo de pantalla es el aviso de que ya es la hora perfecta del día para vivir el presente y tomarme un buen café.
Esto también me da qué pensar en las simetrías; el código 11:11 me transmite equilibrio, quietud, igualdad, simetría
He buscado inspiraciones en interiores que sigan ese orden visual, ese minimalismo estético, esa simetría buscada y organizada a la hora de distribuir mobiliario o piezas de decoración en el espacio.
Os muestro algunos interiores con mucho equilibrio y simetría, con magia y toques especiales 💫









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¡Feliz finde!